Aquel que persigue un sueño, en el fondo, no desea que se haga realidad, sino que lo único que quiere es seguir soñando.
En 1967 se publicó La balada del mar salado, la primera aventura de Corto Maltés, ambientada en las islas del Pacífico y con la Primera Guerra Mundial de transfondo. Corto Maltés, Rasputín, Pandora y Caín Groovesnore viven una intensa historia de naufragios, raptos, piratas, islas escondidas, villanías y heroísmos. Hugo Pratt confesó abiertamente su admiración por los clásicos de la literatura de aventuras: Conrad, Stevenson, London...; hay mucho de estos grandes escritores en Corto Maltés, un antihéroe idealista, el último aventurero romántico. En 1995, la editorial italiana Einaudi publicó la versión novelística de La balada del mar salado, y un año después apareció Corte sconta detta arcana, la reacreación narrativa de otra de las grandes aventuras de Corto (traducida aquí como Corto Maltés en Siberia). La muerte impidió a Hugo Pratt continuar con la reelaboración de los cómics de Corto Maltés en unas excelentes novelas de aventuras, como lo es La balada del mar salado, cuya lectura será el complemento idóneo a la de la novela gráfica.
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