Yo me apresuré a "pensar una historia", una historia que pudiera rivalizar con aquellas que nos habían impulsado a la tarea. Una historia que hablara de los misteriosos miedos del ser humano y despertara la excitación del miedo, una historia que hiciera que el lector tuviera miedo de mirar a sus espaladas, que le helara la sangre y le acelerara el pulso.
En principio no iba a ser más que un cuento, "pero Shelley insistió en que desarrollara la idea y la ampliara". Y así alcanzó la dimensión y la forma de una novela, y así es como la han leído millones de lectores desde su publicación.
Lynd Ward (1905-1985) está considerado como uno de los pioneros de la novela gráfica, junto con otros artistas como Frans Masereel, Otto Nückel o Laurence Hyde. En el género de las novelas sin palabras, que floreció en el periodo de entreguerras, el nombre de Lynd Ward es imprescindible. Quien no conozca obras suyas como God's Man, Wild Pilgrimage, Mad Man's Drum o Vertigo, puede disfrutar ahora con los grabados que reproduce este Frankenstein editado por Sexto Piso.