Neil Gaiman es un creador. De su
imaginación han surgido The Sandman, una
de las series fundamentales del cómic contemporáneo;
guiones para películas como Beowulf y novelas como Coraline o El libro del cementerio; por
citar solo algunas obras. Pero de su abundante producción narrativa
queremos destacar las novelas ilustradas, es decir, las narraciones en las que
cuenta con la colaboración -sería más exacto decir la complicidad- de un
ilustrador. Así, con la de Amano Yoshitaka, publicó Los cazadores de sueños y con
la de Charles Vess, Stardust. Esta última obra está
llamada a convertirse en un clásico de la literatura fantástica.
Imprescindible.
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